El suelo radiante es un sistema calorífico cada vez más demandado en los hogares. A continuación. te desmontados los principales mitos existentes en torno a este sistema.
Mito 1: La calefacción por suelo radiante es más cara que los radiadores
Es innegable el hecho de que la instalación del suelo radiante es alrededor de un 30% más elevada, que el precio de instalación de los radiadores. Sin embargo, se trata de una inversión que se amortizará a largo plazo; ya que el suelo radiante es mucho más eficiente energéticamente que los radiadores. Asimismo, el suelo radiante apenas requiere mantenimientos; por lo que a largo plazo, estaremos ahorrando dinero.
Mito 2: Una casa con suelo radiante tarda mucho en calentarse
Esto puede cumplirse en algunos casos, pero no en todos. Lo cierto es que el suelo radiante tarda más en calentarse que un radiador, ya que este último alcanza elevadas temperaturas en un periodo muy corto de tiempo. De este modo, al incrementar la temperatura de forma rápida, esto también conlleva un mayor consumo de energía.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que el radiador simplemente emite calor alrededor suya; por lo que puede ser más peligroso si hay niños en casa que puedan tocar el aparato y quemarse. Por su parte, el suelo radiante distribuye el calor por toda la superficie, manteniéndose a una temperatura media; por lo que el consumo energético es menor.
Mito 3: No hay precisión en el control de la temperatura
Esto es completamente erróneo, ya que precisamente los suelos radiantes están desarrollados para poder ajustar la temperatura de cada zona de la casa según se precise.
El suelo radiante funciona a través de unos circuitos que empiezan y acaban en una caja de colectores. En ella, se recogen los diferentes elementos que permiten regular y controlar la temperatura de cada estancia. De este modo, el suelo radiante se ajusta a las necesidades de cada persona y aumenta la sensación de confort en el hogar.
Mito 4: El suelo radiante no es un sistema energéticamente eficiente
Lo cierto es que se trata de un sistema que permite minimizar la pérdida de calor; por lo que su eficiencia es más elevada que la que podemos encontrar en otros sistemas de calefacción. Esto se debe a que los sistemas radiantes, reducen el consumo de energía, al mismo tiempo que aumentan el ahorro.
Mito 5: El suelo radiante es un sistema de calefacción eléctrica
Si nos encontramos ante un sistema hidráulico, esto quiere decir que funciona por agua caliente. Por tanto, para calentar el agua es innegable el hecho de que se consumirá algo de electricidad. Sin embargo, la mayor parte de la energía procederá del exterior, por lo que será limpia y renovable.
A la hroa de escoger el suelo radiante, decantarse por uno por bomba de calor, es una opción ideal, ya que es muy económica y aportará el mayor ahorro de todos.
Mito 6: El suelo radiante no se puede combinar con el parqué
Teniendo en cuenta determinados factores, se puede combinar el suelo radiante con el parqué sin problemas. Para ello, simplemente debemos asegurarnos de escoger un tipo de madera que cuenta con un grado de humedad certificado.
Asimismo, si queremos instalar con tarima flotante, lo ideal es contactar con un profesional que nos aconseje sobre la mejor opción; así evitaremos que la madera actúe como aislante y perjudique el correcto funcionamiento del sistema.
Mito 7: Hace que se te hinchen los pies
Cuando se comenzaron a instalar los suelos radiantes, lo cierto es que podían alcanzar temperaturas superiores a 35º, por lo que sí que se hinchaban ligeramente los pies. Sin embargo, a día de hoy, el suelo radiante se mantiene a una temperatura media, por lo que es imposible que esto ocurra.
Además, si se combina el sistema con una bomba de calor, esto permite que también emita frío, lo que supone una ventaja ante los meses de verano.
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