Ya ha llegado el otoño y con él los días son más fríos. Ya está aquí la época en la que un fuego en madera es algo muy apetecible. Pero, hay varias formas de conseguir esta sensación. Si estás pensando en instalar una estufa o una chimenea en tu casa y no sabes por cuál decidirte, no te preocupes, en el post de hoy te explicamos las ventajas y desventajas de usar cada una de ellas.
Es esencial saber la sutil diferencia entre la estufa de leña y la chimenea ya que a veces se confunden. En primer lugar, la diferencia principal es la forma de repartir el calor, por un lado, la chimenea usa la inercia térmica para repartir el calor en la estancia, por otro lado, la estufa busca calentar el espacio lo más rápido posible.
La estufa de leña
La estufa de leña suele estar hecha de hierro, acero o fundición. Tiene movilidad, es decir, puedes moverla de un lado a otro sin problema, sin embargo, lo mejor es mantenerla siempre en el mismo lugar ya que necesita un tubo para extraer el humo.
La chimenea de leña
Por otro lado, la chimenea suele estar hecha de cerámica o material pétreo, sus diseños suelen ser más sofisticados y cuidados ya que se mantienen en el mismo lugar durante mucho tiempo y no tienen la opción de movilidad que tiene la estufa de leña.
¿Estufa de leña o chimenea?
A continuación, veremos los elementos principales que debemos saber para decidirnos entre una estufa de leña o chimenea:
- Calor: Como hemos mencionado anteriormente, la forma en la que reparten el calor es una de las principales diferencias. Sin embargo, ambas pueden alcanzar grandes potencias caloríficas, por ello, ambas requieren ser cuidadosos y tener precaución para evitar quemaduras. Pero, aunque las dos sean de gran potencia, no trabajan de la misma forma:
- Estufa de leña: la estufa suele estar hecha de metal, este material es poco aislante y tiene gran difusividad térmica, por lo que coge calor rápidamente y lo expulsa con la misma rapidez a la sala. A su vez, cuándo se apague, también se enfriará con esa velocidad.
- Chimenea: Sin embargo, las chimeneas estar fabricadas a partir de piezas sólidas con gran densidad, por lo que transmiten el calor poco a poco hacia al exterior. Igualmente, al apagarla también tardará un tiempo.
- Consumo: en cuanto al consumo, el único problema que vas a encontrar es abastecerte de la leña, ya que, esta puede tener un coste alto o bajo dependiendo de donde la consigas.
- Combustible: Como hemos mencionado, vas a necesitar leña, pero, hay una gran variedad de tipos que puedes utilizar. Sin embargo, no te preocupes ya que la diferencia entre unas y otras no es tan grande y si te encuentras en un caso doméstico no será una cuestión muy importante.
- Instalación: La principal diferencia entre la estufa y la chimenea será su movilidad, mientras que para chimenea vas a necesitar tener un diseño de conducto para la extracción ya hecho antes de poder instalarla, con la estufa no hay el mismo problema, ya que siempre podemos moverla.
- Estética: Por último, en cuanto a la imagen, la estufa suele ser de menor volumen, metálica y móvil, por otro lado, la chimenea te condicionará más a la hora de decorar tu casa por su gran volumen.
Entonces, ¿Cuál será la mejor opción? Considerando la forma que tienen de transmitir el calor ambos productos, la estufa siempre será más rápida. Si acabas de llegar a casa y necesitas calentar una habitación, el calor llegará más rápido que con una chimenea. En cuanto al precio, no suele haber muchas diferencias. Finalmente, la estética está a tu elección. ¿A qué esperas?
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