Durante este verano la factura de la luz se ha incrementado considerablemente, pero debido a las altas temperaturas no siempre podemos evitar utilizar nuestro aire acondicionado. Hoy te contamos cómo ahorrar en la factura mirando la etiqueta energética.

La etiqueta energética

Hace más de 25 años se implementó este distintivo para que los consumidores pudiéramos diferenciar a grandes rasgos qué equipos consumen más o menos a la hora de comprarlos. La concienciación con el medio ambiente y los avances tecnológicos hacen que cada vez los aparatos sean más eficientes, por lo que esta clasificación se ha revisado en numerosas ocasiones.

La nueva etiqueta energética

La última revisión de la etiqueta energética se entró en vigor el 1 de marzo de 2021. Los cambios más significativos son:

  • Eliminación de las categorías A+, A++ y A+++, que daban lugar a confusión, ahora solo contamos de la A (más eficiente) a la G.
  • Inserción de un código QR que al escanearlo proporciona información detallada del electrodoméstico.
  • Pictogramas y consumo energético, que varía dependiendo del electrodoméstico.
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Etiqueta energética en aire acondicionado

No todos los electrodomésticos están obligados a llevar la nueva etiqueta al mismo tiempo. Las lámparas y bombillas deberán hacerlo en septiembre de 2021, y los aires acondicionados y las secadoras en 2022.

Por normativa europea, esta etiqueta es obligatoria desde el 2004 para equipos de potencia inferior o igual a 12 kW, aunque debido a nuevas legislaciones puede que encuentres algún aire acondicionado con el índice SEER y el índice SCOP.

Índice SEER e índice SCOP

El índice SEER significa “Ratio de eficiencia energética estacional” y con él podemos calcular el consumo de un aparato en frío. Si el aire acondicionado cuenta con una bomba de calor también podemos encontrar el índice SCOP (Coeficiente de eficiencia estacional) y sirve para lo contrario, es decir, medir el consumo de equipo que produce calor. En ambos casos, cuanto más se acerque a la calificación “A”, más eficiente será.

De entrada, solemos descartar los aparatos más eficientes ya que son más caros que el resto. Sin embargo, debemos tenerlos muy en cuenta, ya que a largo o incluso medio plazo podemos amortizarlos con el ahorro que hemos tenido en la factura de la luz.

Se estima que los aparatos más eficientes pueden hacernos ahorrar hasta un 42% del consumo de energía. Por este motivo, es mejor invertir un poco más en su compra, ya que planeamos utilizarlos durante varios años.

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Para calcular cuánto consume un aire acondicionado, de no aparecer en la etiqueta energética, debemos multiplicar las frigorías por los metros cuadrados a enfriar. Por cada metro cuadrado hay que asignar entre 100 y 140 frigorías. Esta variación la tenemos en cuenta dependiendo del clima donde se ubique la estancia así como su aislamiento.

El resultado lo convertimos a vatios, sabiendo que el factor de conversión es 1,163. Tras obtener los vatios los dividimos por el SEER, que es el que aparece en la etiqueta energética. Este resultado será el consumo real de vatios por hora del equipo.

Escoger aire acondicionado puede abrumar, por eso en Comforclima te ayudamos a que en tu casa disfrutes del mayor confort posible. ¡Llámanos sin compromiso!

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