A lo largo de los años, los sistemas de calefacción se han desarrollado y han cambiado mucho. Hoy en día, existen una amplia variedad de estufas y chimeneas, que aunque cumplan la misma función, calentar y dar confort, lo cierto es que realizan la combustión de forma muy diferente. 

Concretamente, las estufas y chimeneas de leña, cuentan con un sistema de doble combustión, con el que estos aparatos logran una mayor eficiencia y menor contaminación. A continuación te contamos en qué consiste

La primera combustión

En la primera fase de la combustión de las estufas y chimeneas de leña, se basa en la quema del combustible, como puede ser la leña o el carbón. Posteriormente, los residuos se expulsan por la parte superior de la chimenea. 

Las estufas y chimeneas de leña tradicionales, suelen emplear estos sistemas, cuya eficiencia es menor y su contaminación mucho mayor.

Combustión

Cómo funciona la doble combustión

Por otro lado, en la segunda combustión, se aprovechan los residuos de la primera, y se introduce una pequeña cantidad de aire precalentado. De este modo, se queman los gases y las partículas que haya en el interior. 

Asimismo, es importante no confundir la doble combustión, con los sistemas de limpieza de cristal. Estos últimos, se caracterizan por barrer el aire en el cristal, con la finalidad de evitar que se ensucie este último. 

Combustión

Ventajas de la doble combustión

Existen múltiples razones para apostar por un sistema de doble combustión, o incluso triple combustión. 

A diferencia de los sistemas tradicionales, la doble combustión genera mucho más calor, pudiendo alcanzar una eficiencia energética de entre el 75-85%. Asimismo, este sistema es menos contaminante, ya que aprovecha mucho más el combustible y expulsa una menor proporción de partículas al exterior, lo que permitirá obtener un aire mucho más limpio, al mismo tiempo que ahorras dinero. 

En lo referente a la limpieza de las estufas y chimeneas de doble combustión, esta será también más sencilla, que los sistemas de una sola combustión, ya que apenas requiere de mantenimiento. 

Asimismo, al expulsar una menor cantidad de partículas, los tubos se mantienen limpios durante más tiempo. Por ello, simplemente precisa de una revisión cada cierto tiempo para limpiarla.

En cuanto a la seguridad, estas estufas son bastante seguras, ya que la probabilidad de que salte una chispa o la habitación se llene de humo, son prácticamente nulas. Además, estas estufas permanecen siempre cerradas, por lo que si la dejas encendida y te vas de la sala, con el paso de las horas el combustible se consumirá solo. 

Con este tipo de estufas, lo cierto es que se puede lograr una gran eficiencia energética, especialmente cuando se utiliza también una puerta de calidad, ya que permitirá optimizar el rendimiento de la estufa y obtener una mayor eficiencia.