Si has notado que tus radiadores no se calientan lo suficiente puede que dentro del circuito de calefacción se haya acumulado aire. Dicho aire impide la correcta circulación del agua caliente, por lo que no terminan de calentarse del todo. Para solucionarlo hoy te enseñamos a purgar los radiadores.

Purgar los radiadores es muy sencillo y consiste en extraer ese aire sobrante del circuito. de no hacerlo podemos estar haciendo que la caldera se esfuerce de forma innecesaria. Si oyes ruidos raros en los radiadores puede que sean las burbujas de aire de su interior.  Además, purgándolos conseguiremos un mayor ahorro energético pues evitamos a la caldera ese esfuerzo extra.

Cuándo hay que purgar los radiadores

Lo recomendable es hacerlo antes de que comience la temporada de calefacción para que estén listos. Sin embargo, podemos hacerlo también a la mitad de ella si el aire se ha introducido en el circuito.

También debemos purgarlos si un radiador no se calienta bien, ya que el termostato no salta pero la caldera sigue funcionando porque no es capaz de alcanzar la temperatura que le hemos programado. 

Es menos costoso, a nivel energético, mantener una casa en “modo reposo” (unos 16-18ºC) cuando nos vamos y luego calentarla (20-22ºC) cuando estamos en ella, que calentarla a esta temperatura si está totalmente fría. Por lo que intenta siempre dejar una temperatura mínima en vez de apagar el termostato por completo.

Por tanto, los meses más adecuados para purgar los radiadores son septiembre y octubre antes de que comience la temporada de frío. Si no lo hemos hecho puede que la calefacción funcione a medio gas con el derroche de energía y dinero que tiene aparejado.

purgar los radiadores

Cómo purgar los radiadores

Como hemos dicho es un proceso muy simple que cualquiera puede hacer:

  • Lo primero es comprobar si se necesita purgarlos. Enciende la calefacción y pasa la mano por la parte superior del radiador, si esta está más fría que la inferior significa que tiene aire, pues el aire caliente tiende a subir.
  • Después, con la caldera apagada y los radiadores fríos, dirígete al radiador más cercano a la caldera. Coloca un recipiente bajo la llave del radiador para evitar manchar el suelo.
  • Gira la llave con un destornillador o una moneda para abrir la válvula. Comenzará a salir aire maloliente junto con algo de agua en un chorro no uniforme.
  • Cuando el chorro sea fluido, indicará que el aire ha salido por completo así que cerramos la llave en el sentido inverso.
  • Entre un radiador y otro hay que revisar la presión de la caldera, que debe estar entre 1 y 1,5 bares. Es muy fácil de comprobar en el medidor de la misma.
  • Debemos repetir este proceso en todos los radiadores siguiendo el flujo natural del agua.  Es decir, desde el más cercano a la caldera hasta los más lejanos.

De esta manera tan sencilla evitaremos un gasto innecesario. Cómo consejo, puedes colocar un humidificador de radiador en algunos (o todos) los radiadores de tu hogar. Esto hará que, con el calor, el aire no se reseque en exceso.

purgar los radiadores

Los sistemas más modernos de calefacción cuentan con un sistema de autopurgado y no necesitan pasar por este proceso, pero muchos hogares no disponen de él.

Si necesitas ayuda a la hora de purgar los radiadores o tienes problemas con tu sistema de calefacción no dudes en acudir a Comforclima. Podremos aconsejarte de la manera que más se ajuste a tu hogar y a tus necesidades.

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