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El uso que le damos a nuestra caldera determina su velocidad de deterioro, su tendencia a que se produzcan fallos o su predisposición a accidentes, entre otros. Por eso, hoy te traemos algunos consejos para que alargues su vida útil lo máximo posible, como, por ejemplo, utilizando el modo verano de tu caldera.

Qué es el modo verano de mi caldera

El modo verano de una caldera es una opción que nos permite desactivar la calefacción y seguir utilizando el resto del circuito de agua caliente. Es recomendable habilitarlo si no se va a utilizar la calefacción en la temporada de calor.

Modo verano o apagar la caldera

Debemos escoger el modo verano, ya que puede que sigamos necesitando agua caliente para realizar otras actividades aunque estemos en verano. Solo deberíamos apagar la caldera si tenemos otro elemento que nos pueda suplir esa cantidad de agua caliente, por ejemplo, unas placas solares.

Si contamos con ellas evitaremos arrancar la caldera para esas tareas que no requieren grandes cantidades de agua y ahorraremos el consumo de la luz o el gas de esos meses.

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Apago la caldera si me voy de vacaciones

Puedes apagar la caldera si vas a estar fuera de tu domicilio durante más de tres o cuatro días. También cierra la llave del gas, y más importante, la general del agua, ya que es más probable que ocurra una fuga de agua que de gas.

Además, en el caso de que la fuga de agua la tenga la caldera el agua no dejará de salir pese a tener cortado el gas. Para no tener sorpresas a la vuelta de vacaciones puedes hacer lo siguiente:

  • Apagar la caldera, ya que en verano no hay riesgo de congelación de tuberías.
  • Cerrar la llave de paso de agua.
  • Cerrar la llave de paso de gas.
  • En el caso de disponer de un acumulador de agua, apágalo también.

Apago los radiadores

Depende de la estación en la que nos encontremos hay que realizar una acción u otra:

En verano

Se pueden cerrar los radiadores, aunque si ponemos la caldera en modo verano esta acción no será necesaria, pues discriminará el circuito de calefacción. Si nuestra caldera no dispone de este modo podemos cerrarlos, ya que la caldera funcionará con normalidad cuando necesitemos agua caliente.

En invierno

A veces se aconseja cerrar los radiadores de las estancias que no se utilizan en invierno, pero esto no es recomendable, salvo que sea una habitación que vaya a estar permanentemente cerrada.

Los radiadores generan cambios en la temperatura, y con ellos flujos de aire que van recorriendo toda la casa. Si una masa de aire caliente encuentra una sala abierta demasiado fría, la corriente se va a detener y la calefacción perderá eficacia, forzando a la caldera a funcionar más tiempo y a más potencia.

Podemos dejar abiertos los radiadores a poca potencia en las estancias que no vayamos a utilizar con frecuencia, ya que no encontraremos aire lo bastante frío como para romper el flujo de aire caliente del resto de la casa.

Lo que no debemos hacer sea la época que sea es abrir y cerrar los radiadores continuamente, pues podemos ocasionar daños en el mecanismo y que comiencen a gotear.

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Cuándo arreglar mi caldera

Es aconsejable realizar las reparaciones en verano siempre que no se trate de algo muy grave que requiera ser atendido de inmediato. En la estación calurosa la caldera no se fuerza tanto debido a que la temperatura ambiente ayuda a que no necesite calentar tanto el agua.

Además, en el caso de que tengamos una avería en la caldera es menos probable que necesitemos utilizar el agua caliente en verano. Por otra parte, los servicios técnicos están menos colapsados en los meses de calor, así que podremos disfrutar de una atención más rápida y barata que si la dejamos para el invierno.

Si necesitas que revisemos o arreglemos tu caldera llámanos. También podemos aconsejarte en la compra de la caldera que más se adapte a tus necesidades.

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Diferencias entre un aire acondicionado y un climatizador

Las diferencias entre un aire acondicionado y un climatizador son notorias, pues son dos sistemas muy parecidos pero no iguales. Por lo tanto, son diversas las opciones de aire y climatización en nuestras casas, ya que podemos ajustar los equipos que queremos instalar a nuestras necesidades. 

En Comforclima, os explicaremos la diferencia que hay entre un aire acondicionado y un climatizador, explicando antes qué significado tiene cada equipo técnico.

Aire acondicionado

El aire acondicionado funciona en un circuito de tuberías mediante gases refrigerantes, donde extrae el calor del aire de un espacio y hace bajar la temperatura. El calor es expulsado al exterior, a través del circuito de refrigeración que requiere de una instalación. 

Climatizador

Este aparato enfría el aire a través de su sistema de evaporación. El agua circula desde un depósito hasta una almohadilla de refrigeración. Esto absorbe toda la humedad, haciendo que el aire del exterior circule mediante un ventilador de dicha almohadilla húmeda.

Esta evaporación lo que hace es liberar el calor enfriando el aire que pasa a través de ella. Existen dos tipos, los climatizadores de viviendas y los que son compactos portátiles

Principales diferencias entre un aire acondicionado y un climatizador

  1. Funcionamiento: el aire acondicionado utiliza un gas refrigerante para convertir el aire de la calle en aire frío. Los climatizadores lo que hacen es funcionar a través de un filtro de agua. Esto utiliza un líquido para formar vapor y, después, lo enfría a través de un ventilador, expulsándolo a la habitación a una temperatura menor. 
  2. Aplicaciones: el climatizador enfría el aire, lo deshumidifica, purifica e, incluso, es capaz de calentarlo en algunos casos. El aire acondicionado lo que hace es utilizar el aire sólo para refrigerarlo. 
  3. Verano e invierno: el aire acondicionado está diseñado para ser utilizado en verano, ya que enfría. Sin embargo, el climatizador puede funcionar también como calefacción, por lo que se usa más en invierno. 
  4. Instalación: existen climatizadores con tubo, pero los más comunes son los portátiles que no lo llevan. Estos equipos no necesitan de instalaciones externas, ya que sólo se enchufan a la corriente eléctrica. 
  5. Alcance: cuando se trata de enfriar, el aire acondicionado tiene mucho más alcance que el climatizador, ya que este último sólo llega a enfriar espacios pequeños. A pesar de esto, son fáciles de transportar a otras habitaciones. 
  1. Consumo de energía: el climatizador consume aproximadamente la mitad de la energía eléctrica que el aire acondicionado puede llegar a consumir. 
  2. Precio: el aire acondicionado es mucho más caro a nivel económico que el climatizador, ya que tiene un menor consumo energético.
  3. Medio ambiente: el aire acondicionado emplea gases refrigerantes y produce CO2 (carbono) que contamina el medio ambiente. El climatizador usa vapor de agua y reduce el carbono.
  4. Uso exterior e interior: el aire acondicionado sólo se puede utilizar en zonas de interior y el climatizador en cualquier espacio, tanto en interior como en exterior. 
  5. Ruido: los climatizadores generan mucho ruido, mientras que el aire acondicionado es un aparato mucho más silencioso. 

Climatización en viviendas

Otro sistema también conocido es el de la climatización en viviendas, que comprende refrescar las estancias en verano y calentarlas en invierno. Este sistema trabaja en función de las necesidades de calor que sean necesarios, tanto aportando calor como frío. Los sistemas de bomba de calor reversibles (aires acondicionados), funcionan gracias a esta tecnología. 

Según el presupuesto que adquiera y el interés que tenga por hacer una pequeña reforma en su vivienda, será mejor un aire acondicionado o un climatizador. 

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Aire acondicionado en modo calefacción

Cuando llega el frío, cabe la posibilidad de poner el aire acondicionado en modo calefacción sin gastar una excesiva energía, gracias a que estos aparatos trabajan con un compresor reversible a través de una bomba de calor que dan lugar al modo de frío/calor. 

Hoy en Comforclima, os explicaremos cómo poner el aire acondicionado en modo calefacción: 

Poner el aire acondicionado en modo calefacción

Es muy sencillo. Lo primero que debes saber es qué es una bomba de calor. Esto es un sistema que utiliza un líquido de vapor o gas refrigerante que se comprime y termina generando calor. A través de esta bomba de calor, conseguimos tanto el aire acondicionado (con un alto grado de eficiencia) como la propia calefacción.

Para activar este último sistema, necesitamos el mando a distancia que hará que no nos movamos de nuestro sitio para ponerlo en funcionamiento. La mayoría de los controles remoto de cada fabricante es muy parecido: 

  • Debemos buscar en nuestro mando el botón que indique la palabra Heat (calor). Como bien sabemos, no todos los mandos son iguales pero sí similares, por lo que si no encontramos este botón iremos a la opción de Mode y buscaremos el modo de calor (a veces aparece en forma de sol). 
Cómo poner el aire acondicionado en modo calefacción

¿Cuál es la temperatura ideal en invierno?

Esta es una de las preguntas más recurrentes que nos solemos hacer si nunca hemos utilizado un aire acondicionado con la función de calor.

Su temperatura media corresponde entre los 20-22ºC, aunque lo ideal sería en 21ºC. Si subimos su temperatura lograremos obtener un gasto de consumo energético mayor, hasta un 7%, además de resecar el aire.

Por ello, es aconsejable mantener la temperatura indicada en aquellas zonas en las que pasemos mucho más tiempo, como es el caso de la cocina, baño y salón. No obstante, no se debe olvidar la dirección en la que sale el aire al exterior, ya que tiende a subir hacia las partes altas del hogar cuando el aire acondicionado está en modo de calor. 

¿Y la temperatura ideal por la noche? 

Al igual que durante el día, el aire acondicionado en modo calefacción necesita una temperatura ideal por la noche. Lo correcto es que esté entre los 15-17ºC porque al taparnos por la noche no es necesario que la temperatura esté más alta.

Para ello, es recomendable que calentemos la habitación antes de irnos a dormir. De esta forma, dormiremos de una manera mucho más saludable y cómoda, además de ahorrar en consumo. 

Cómo poner el aire acondicionado en modo calefacción

Calefacción en Plasencia

Comforclima somos una empresa de calefacción en Plasencia. Trabajamos con la seguridad de disponer de productos de los mejores fabricantes del mercado, que a lo largo del tiempo nos han apoyado en cada uno de los desarrollos técnicos llevados a cabo.

Contamos con más de 25 años de experiencia en la venta y montaje de chimeneas, estufas y cassettes y otros productos generadores de calor para el hogar en Plasencia y alrededores.

Nuestros técnicos y montadores están altamente cualificados y le informarán acerca de las mejores soluciones de calor para su hogar.

Especialistas en instalación de calefacción en Plasencia

Ofrecemos nuestros servicios en todo en toda la zona norte de la provincia de Cáceres. Instalamos diariamente calefacción tanto en hogares como en empresas de todo tipo que requieren una nueva bomba o sistema de calefacción en Plasencia.

En Comforclima montamos aparatos de calefacción, así como diferentes tipos de estufas para que puedas disfrutar de una temperatura óptima en los meses de invierno en tu hogar.

Estufas de Pellets en Plasencia

En Comforclima contamos con estufas de pellets a precios atractivos sin perder de vista unos adecuados estándares de calidad. Apostamos por estufas de alto rendimiento, gracias a que recuperan el calor residual del humo y lo aprovechan para generar más calefacción.

Nuestra empresa está formada por especialistas en la instalación y venta de estufas de pellets en Plasencia y alrededores.

Estufas de Pellets en Plasencia

Estufas de leña en Plasencia

Nuestras estufas de leña en Plasencia son una de las opciones más ecológicas para calentar su hogar. Nuestras estufas aúnan dos elementos que sabemos que nuestros clientes consideran de importancia: la elegancia del fuego y la optimización de los recursos.

Nuestros servicios abarcan múltiples ideas y formatos a la hora de calentar su casa con un toque diferente. Vamos desde lo más tradicional hasta la innovación que se demanda en el mercado.

Estufas de leña en Plasencia

Mantenimiento de estufas en Plasencia

En Comforclima realizamos tu mantenimiento de estufas, chimeneas y calderas para que puedas disfrutar de tus aparatos de climatización de manera fiable y segura.

Tipo de instalaciones de calefacción en Plasencia

Desde Comforclima contamos con diferentes productos y tipos de montajes de calefacción.

  • Calefacción con radiadores
  • Suelo radiante
  • Calderas
  • Estufas de leña
  • Estufas de pellets
  • Aires acondicionados

En Comforclima contamos con todos los permisos oficiales para la realización de cualquier tipo de cambio o de reparación en sus instalaciones. Instalamos todo tipo de calefacción en Plasencia.

No dudes en contactar con nosotros llamando al 927 04 26 11 si quiere ser asesorado en mayor profundidad por un experto en sistemas de calefacción.

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Uno de los elementos más importantes a la hora de emplear una estufa o chimenea, es seleccionar adecuadamente el tipo de combustible que utilizamos, es decir, la leña. 

Esto es fundamental, ya que seleccionar adecuadamente el tipo y las características de la leña, nos garantiza un mejor funcionamiento de la estufa; lo que nos permitirá obtener un mejor rendimiento del mismo. 

La importancia de la leña

Lo primero que debemos tener en cuenta, es que para obtener un mayor rendimiento y calor, la leña debe de estar seca. Además, esto facilitará mantener una temperatura más elevada dentro de la cámara de combustión, y que el cristal se mantenga más limpio. 

Por el contrario, si empleamos combustible que aún esté húmedo en nuestra estufa, esta será más difícil de encender, y producirá mucho menos calor que la madera seca. Asimismo, al arder la leña húmeda produce mucho más humo, lo que conlleva que se ensucie mucho más el cristal de la estufa. 

También debemos tener en cuenta que si el combustible aún está muy verde o húmedo, puede ser perjudicial para la durabilidad de la estufa, ya que durante la combustión se evaporará el agua que contiene y se acabará condensando directamente dentro de la estufa. Por ello, para contar con un rendimiento energético óptimo, se recomienda utilizar leña con una humedad inferior al 20%. 

Por otro lado, lo recomendable es almacenar el combustible en un lugar seco y aireado durante un periodo de tiempo de un año o dos antes de su utilización. Si por algún motivo no podemos almacenarlo con antelación, es esencial que al comprarlo se solicite seco.

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¿Por qué utilizar un combustible seco?

  • Mayor poder calorífico
  • La estufa y el conducto de extracción de humos se mantiene en mejor estado
  • Mejor control a la hora de regular el fuego
  • El cristal se mantiene más limpio
  • Fuego más cálido y radiante
  • Menor acumulación de humos 

¿Cuál es la mejor leña para mi estufa?

No todos los tipos de leña arden igual. Por ello, es esencial seleccionar correctamente el tipo de leña para nuestra estufa; siendo la leña de chopo o haya, la más recomendada. 

Por el contrario, no se recomienda emplear maderas resinosas, como el pino, ya que estas producen elevados niveles de humo y hollín que acaban ensuciando mucho más el cristal, lo que influye en su mantenimiento. 

Asimismo, no se recomienda un uso prolongado de leña de almendro de la encina, ya que estas arden de forma más lenta que la del chopo o la haya, por lo que tardan más en alcanzar la temperatura. 

Otra opción, es combinar el uso de leña de almendro o encina, con otra que sea de consumo rápido, como la del pino. Para ello, es esencial que esta no contenga resinas y esté completamente seco.

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Con el frío, tratar de ahorrar en las facturas energéticas, puede ser complicado. Asimismo, según afirma el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la calefacción representa alrededor del 47% del consumo energético del hogar. 

Lo cierto es que ahorrar en calefacción, sin pasar frío es posible. De hecho, en muchos casos sólo es necesario  seguir una serie de medidas de sentido común. Por eso, hoy os mostramos una serie de trucos con los que lograr reducir el gasto en tu calefacción de forma sencilla. 

¿Cuáles son los trucos para ahorrar en calefacción?

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  1. Aprovecha la luz del sol: aunque parezca algo obvio, es esencial. Aprovechar durante el día la luz del sol que entra por las ventanas de la vivienda, es una fuente de energía completamente gratuíta. Para ello, simplemente debes abrir las ventanas durante el día y dejar que entre la luz; mientras que por la noche, lo ideal es mantenerlas cerradas. Además, en el caso de que haya habitaciones que no uses, puedes optar por cerrarlas para que se mantenga mejor el calor. 
  1. Ventila con regularidad y baja las persianas: es esencial ventilar por las mañanas las habitaciones. Eso sí, se recomienda no tener abierto más de 15 minutos, para evitar así que se pierda el calor del interior. En lo referente a las persianas, es importante bajarlas cuando se haya ido el sol, para evitar así que entre el frío por los cristales.
  1. Revisa el aislamiento: Para mantener caliente una vivienda, es imprescindible contar con un buen aislamiento de la misma. Por el contrario, si el aislamiento no es oportuno, podríamos perder entre un 25-30% de la calefacción. Por ello, se recomienda revisar de vez en cuando las ventanas y puertas, para asegurarnos de que todo está correctamente. 
  1. Una temperatura media a 21º: Lo ideal, es mantener la calefacción en torno a los 21 grados centígrados. Se recomienda que sea constante, evitando en todo caso una subida brusca de la misma, ya que hará que se dispare la factura. De este modo, según afirma el IDAE, por cada grado que aumente la calefacción, se incrementará en un 7% el gasto. Asimismo, por la noche y cuando no haya nadie en casa, podemos optar por bajar la calefacción a los 15/16 grados, para evitar así un gasto innecesario. 
  1. Revisa la potencia contratada: uno de los principales problemas con la factura energética, tiene relación con la potencia contratada. La potencia contratada, nos permite conocer el número de aparatos que pueden estar funcionando a la vez, sin que salte la luz. En muchos casos, puede ser hasta excesivo. Para calcular cuánta potencia necesitas, sólo debes sumar el consumo de los aparatos y pensar cuáles sueles tener conectados al mismo tiempo.
  1. No cubras los radiadores: aunque en muchas ocasiones nos hayamos acostumbrado a cubrir los radiadores con ropa húmeda, lo cierto, es que no es bueno secar la ropa sobre ellos. Al colocar la ropa mojada encima, lo único que logramos es cortar el flujo de aire, por lo que la vivienda tarda mucho más en calentarse. 
  1. Viste adecuadamente: No hace falta encender la calefacción muy alta y sin embargo, andar en pantalón corto en casa. Lo recomendable es vestir acorde a la época del año en cuestión.  De este modo, podrás controlar mucho más el gasto en calefacción.
  1.  Purga los radiadores: es esencial cuidar de los sistemas de calefacción del hogar regularmente. De este modo, antes de que lleguen las bajas temperaturas, conviene revisar los radiadores y purgarlos, evitando así posibles pérdidas de presión. Al ser purgados de forma regular, evitamos que se formen pequeñas burbujas de aire en el interior, y facilitamos la circulación del agua. 
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Las termochimeneas o hidrochimeneas, son uno de los sistemas de calefacción más versátiles, ya que permiten no sólo calentar un hogar, sino que también sirve para tener agua caliente sanitaria dentro de la casa. Además, pueden colocarse en viviendas que ya cuenten con instalaciones previas, o combinarse con otras alternativas caloríficas de la vivienda. 

Por otro lado, otro punto fuerte es el hecho de que diversos modelos de termochimeneas han sido adaptados para poder consumir cualquier tipo de combustible, como pellets, leña, huesos de aceitunas o cáscaras de frutos secos. 

A continuación, te mostramos cuáles son las ventajas de las termochimeneas y por qué son una buena alternativa para tu hogar. 

Funcionamiento de las termochimeneas

Las termochimeneas, funcionan de forma similar a las calderas. El calor producido es distribuido y canalizado a través de un circuito de agua, que puede estar repartido por toda la casa o dirigido a habitaciones concretas. Además, el agua caliente puede reconducirse hasta un depósito conectado a las tuberías de agua de la vivienda; permitiendo así aprovechar el agua caliente producida.  

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Ventajas de las termochimeneas

  • Ahorro energético: gracias al empleo de una fuente de energía renovable y la disminución de emisiones en el ambiente, se puede llegar a ahorrar hasta un 40% del coste total del calentamiento. 
  • Calentamiento de todo el hogar:  El uso de las termochimeneas puede combinarse con instalaciones de calefacción. De este modo, los diferentes radiadores conectados al sistema, pueden distribuir la calefacción por diferentes puntos de la vivienda, consiguiendo así calentar diversas estancias a la vez o incluso la casa entera. 
  • Generación de agua caliente de uso sanitario: las termochimeneas, cuentan con todas las ventajas de las chimeneas insertables, y además, a través de la combustión producen agua caliente que puede emplearse posteriormente en el uso diario del hogar. Este agua sanitaria, puede acumularse para su utilización a nivel doméstico. De este modo, gracias al aprovechamiento del calor, se puede llega ra ahorrar hasta un 60% o 65% en calefacción. 
  • Combustible: las termochimeneas funcionan a partir de leña, un combustible de fácil acceso y el más económico del mercado. Asimismo, se trata del combustible más ecológico existente. 
  • Seguridad: la mayoría de las termochimeneas cuentan con un doble sistema de seguridad, que garantiza que ante un exceso de presión, automáticamente se aligere la instalación hasta sus niveles óptimos. Asimismo, estas cuentan con un sistema de enfriado, que permite que ante una subida de temperatura, entre agua en el interior y la reduzca al nivel deseado. 
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Existen múltiples opciones a la hora de elegir una chimenea para tu hogar. Entre los diferentes modelos de chimeneas existentes en el mercado, el cassette y el insert son dos de los más demandados actualmente.

Lo cierto es que aunque muchas veces  ambos términos se confundan y se consideren lo mismo debido a su gran parecido, existen una serie de factores que diferencian a los inserts de los clásicos cassettes. 

De este modo, aunque ambos elementos se ubican en el interior de las chimeneas, optimizando el calor generado y el combustible; existen una serie de factores que los diferencian.

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Principales diferencias entre el insert y el cassette

  • Material de fabricación: tanto el cassette como el insert están elaborados con metal, generalmente con una chapa o hierro fundido. Sin embargo, la principal diferencia entre ellos, radica en la forma en que son fabricados. De este modo, los cassettes, están compuestos por una única pieza; mientras que los inserts pueden tener una pieza o estar fabricados a partir de varias piezas encajadas entre sí. 
  • Convección natural y forzada: existe una gran diferencia en cuanto a la forma en que se distribuye el calor en un sistema u otro. En el caso del cassette, este distribuye el aire de forma natural hacia arriba, a través de los tubos con los que cuenta. Por el contrario, el insert, cuenta con una serie de ventiladores, cuya función es empujar el aire hacia el exterior, lo que se denomina como convección forzada. Asimismo, los ventiladores cuentan con diferentes posiciones y velocidades regulables.
  • Salida de humos: en lo referente a la evacuación del humo, los cassettes funcionan como las chimeneas tradicionales, es decir, expulsan el humo por la chimenea. Por el contrario, el insert, cuenta con una válvula regulable que se abre y se cierra automáticamente, mejorando así la combustión. 
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Entonces, ¿cuál es mejor?

Lo cierto es que es complicado decir cuál de los dos es mejor, ya que hay que tener en cuenta múltiples factores, por lo que es importante evaluar que características nos interesan más y decantarnos por uno u otro según nos convenga. 

Lo cierto es que a primera vista puede parecer que un insert es más sofisticado y avanzado que los cassettes clásicos, aportando una mayor eficacia y practicidad. Sin embargo, los cassettes son son más fáciles de instalar. 

Además, debemos tener en cuenta que un insert puede ser útil para darle una segunda vida a una vieja chimenea; mientras que un cassette puede ser idóneo para una chimenea nueva, ya que es fácil de instalar y la obra es más sencilla.

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El 8% de las emisiones de CO2 a la atmósfera, provienen de las viviendas. Ante ello, optar por un sistema de calefacción eficiente, es esencial para ahorrar energía y ser más sostenible con el medio ambiente. 

Pero, ¿sabes cómo utilizar tu calefacción de forma sostenible? No te preocupes, a continuación te mostraremos las alternativas de calefacción más sostenibles; así como algunas claves que te ayudarán a sacarle el máximo partido a tu calefacción.

Opta por una estufa sostenible

Gracias a sus características y beneficios, las estufas de pellets o biomasa se están imponiendo cada vez más en todos los hogares, como alternativa a las tradicionales estufas. 

De este modo, a diferencias de las estufas tradicionales, las estufas de pellets suponen una gran alternativa de calefacción sostenible y 100% renovable, y no producen emisiones perjudiciales a la atmósfera. 

Por otro lado, en el caso de optar por una bomba de calor, es importante que optes por sistemas con clasificación A+++, ya que te permitirán reducir el consumo energético hasta un 30%.

Claves para utilizar la calefacción de forma sostenible

  • Cuidado con la temperatura. Según diversos estudios, lo ideal, es mantener la temperatura interior de tu hogar entre los 19 y los 21º durante el día; mientras que durante la noche se recomienda mantenerla en torno a los 19º. Es importante tener en cuenta que al incrementar la temperatura más de 21º, aumenta el consumo de energía de forma innecesaria, y con ello el gasto. 
  • Opta por los termostatos y programadores. Los termostatos, te permitirán programar la calefacción a la temperatura deseada, manteniéndose a esos grados. Además, si cuentas con un programador semanal, podrás establecer cuando se conectará y apagará la calefacción 
  • Un buen aislamiento. No sirve de nada tener una calefacción eficiente, si no contamos con el aislamiento adecuado. Para ello, cambia las ventanas si es preciso.
  • Ventila la vivienda. Es esencial ventilar la vivienda unos 10 minutos diariamente. Con ese tiempo es suficiente, ya que si dejamos abiertas las ventanas mucho más tiempo, podría perderse la temperatura, y tardaría en volver a recuperarla. 
  • Aprovecha las horas de luz. Durante el día es esencial que mantengas las ventanas subidas; mientras que por la noche lo recomendable es bajarlas. De este modo, podrás aprovechar mejor la calefacción. 
  • No olvides realizar un mantenimiento. Independientemente de qué sistema de calefacción utilicemos en nuestra vivienda, es importante que realicemos un mantenimiento regular. De este modo, evitaremos posibles averías y detectaremos rápidamente el mal funcionamiento de los sistemas.

A través de estas recomendaciones, conseguirás utilizar la calefacción de forma eficiente y sostenible. Ante cualquier consulta, no dudes en contactar con nosotros a través de nuestra página de contacto

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A lo largo de los años, los sistemas de calefacción se han desarrollado y han cambiado mucho. Hoy en día, existen una amplia variedad de estufas y chimeneas, que aunque cumplan la misma función, calentar y dar confort, lo cierto es que realizan la combustión de forma muy diferente. 

Concretamente, las estufas y chimeneas de leña, cuentan con un sistema de doble combustión, con el que estos aparatos logran una mayor eficiencia y menor contaminación. A continuación te contamos en qué consiste

La primera combustión

En la primera fase de la combustión de las estufas y chimeneas de leña, se basa en la quema del combustible, como puede ser la leña o el carbón. Posteriormente, los residuos se expulsan por la parte superior de la chimenea. 

Las estufas y chimeneas de leña tradicionales, suelen emplear estos sistemas, cuya eficiencia es menor y su contaminación mucho mayor.

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Cómo funciona la doble combustión

Por otro lado, en la segunda combustión, se aprovechan los residuos de la primera, y se introduce una pequeña cantidad de aire precalentado. De este modo, se queman los gases y las partículas que haya en el interior. 

Asimismo, es importante no confundir la doble combustión, con los sistemas de limpieza de cristal. Estos últimos, se caracterizan por barrer el aire en el cristal, con la finalidad de evitar que se ensucie este último. 

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Ventajas de la doble combustión

Existen múltiples razones para apostar por un sistema de doble combustión, o incluso triple combustión. 

A diferencia de los sistemas tradicionales, la doble combustión genera mucho más calor, pudiendo alcanzar una eficiencia energética de entre el 75-85%. Asimismo, este sistema es menos contaminante, ya que aprovecha mucho más el combustible y expulsa una menor proporción de partículas al exterior, lo que permitirá obtener un aire mucho más limpio, al mismo tiempo que ahorras dinero. 

En lo referente a la limpieza de las estufas y chimeneas de doble combustión, esta será también más sencilla, que los sistemas de una sola combustión, ya que apenas requiere de mantenimiento. 

Asimismo, al expulsar una menor cantidad de partículas, los tubos se mantienen limpios durante más tiempo. Por ello, simplemente precisa de una revisión cada cierto tiempo para limpiarla.

En cuanto a la seguridad, estas estufas son bastante seguras, ya que la probabilidad de que salte una chispa o la habitación se llene de humo, son prácticamente nulas. Además, estas estufas permanecen siempre cerradas, por lo que si la dejas encendida y te vas de la sala, con el paso de las horas el combustible se consumirá solo. 

Con este tipo de estufas, lo cierto es que se puede lograr una gran eficiencia energética, especialmente cuando se utiliza también una puerta de calidad, ya que permitirá optimizar el rendimiento de la estufa y obtener una mayor eficiencia. 

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